sábado, 12 de diciembre de 2009

Citas nuestras

la cita en la tierra es de mermelada
si somos durazno y kiwi,
dulce y ácido;
y un sorbo de café para calmar los labios
y gotas de champagne buscando su cauce

la cita entre los sauces
que lloran lo perdido en el agua
-la mitad de sus ramas-
y lágrimas afluentes sobre tus párpados
para salvar mis ojos de ser uvas pasas

la cita más allá del arcoiris
donde no hay prisma y tu rostro
no tiene gris ni dorado;
la cita es en una estrella podés creerlo?
esta vez seré yo quien te diga... dónde encontrarnos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Niño

Dicen que hay un niño
en la corteza de un árbol
su piel parece algarrobo
sus ojos barnizados.
Nadie lo ha visto jamás
alejarse del árbol
tal vez por su copa frondosa
tal vez por su sombra
tal vez por nada.

Dicen que trepa con fuerza
y canta canciones de cuna
allá en lo alto.
Quizás extraña la voz
que leía
que no entendía
y lo acunaba.

Dicen que un niño que sufre
llora
en la corteza del árbol.
Yo sé que no hay otro niño
como él en ningún lado,
¡quién pudiera ser febrero
para sus flores rojas
para sus vainas!

martes, 8 de diciembre de 2009

Click

Con los ojos vendados
con las manos atadas
vestidos de amianto
camuflados con la gente
y sus intenciones


a i s l a d o s


dis/conformes con las otras bocas
tironeados por la inercia
resignados


[click]


nos tocamos con la voz
como presagio de labios
sin ojos
sin manos
sin piel

y nos encontramos
acoplamos
co/incidimos
para siempre.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Paradigma

Cuando el aire entre tu plato y el mío
es el registro -en silencio- del sonido
de las palabras que callamos y las que decimos;
cuando el color de tu copa y la mía
es la gama -en tinieblas- luz índigo
de las miradas que bebemos y las que intuímos;
cuando la suave elegancia de un mantel es el proscenio
donde tu mano y la mía improvisan
la escena de una caricia;
cuando el espacio intangible sucumbe
a la estancia de un paradigma
que invoca, fluye y profetiza
las almas se reconocen
tus ojos se humedecen y en los míos
tormenta de purpurina.