lunes, 30 de diciembre de 2019

Probablemente desperté sobre la página de un libro en una biblioteca paralela donde los finales con el tiempo se vuelven autónomos y las palabras detrás de una ventana deciden no ser las últimas porque borraste con lágrimas, si acaso, el círculo de tiza que te protegía de mí, porque ni mil kilómetros ni tres metros son capaces de amputarme de vos y saliste a buscarme.