en la sensación de que puedo tocarla
y al contacto con mis dedos es una estrella
con la que escribo en el aire un poema
que respiro y allí se queda,
adentro mío,
nunca lo exhalo en la computadora
ni en un papel.
Al final me di cuenta
nunca lo exhalo en la computadora
ni en un papel.
Al final me di cuenta
que toda mi vida es un largo poema
y lo vivo así
porque tengo cada vez más magia.
Creo que voy a terminar
volviéndome polvo de hadas
y voy a volar de verdad,
si es que hasta ahora vengo volando de mentira.
Porque ahora que tengo dormitorio
duermo junto a la ventana y desde allí
todas las noches
veo un rato de luna.
Es que justo detrás de mi casa
hay un galpón que me recorta mucho el cielo
y tendré por noche
dos horas de luna o menos,
así que la miro y toco las estrellas
que de alguna manera es escribir un verso,
y lo vivo así
porque tengo cada vez más magia.
Creo que voy a terminar
volviéndome polvo de hadas
y voy a volar de verdad,
si es que hasta ahora vengo volando de mentira.
Porque ahora que tengo dormitorio
duermo junto a la ventana y desde allí
todas las noches
veo un rato de luna.
Es que justo detrás de mi casa
hay un galpón que me recorta mucho el cielo
y tendré por noche
dos horas de luna o menos,
así que la miro y toco las estrellas
que de alguna manera es escribir un verso,
que respiro y allí se queda,
adentro mío,
un ritual que no cambio por Netflix.
Ese rato de luna es mi momento.
Raquel Nieto
20/02/2020
Raquel Nieto
20/02/2020