jueves, 20 de febrero de 2020

Un tris

Cuántas veces me quedo pensando en una palabra
en la sensación de que puedo tocarla
y al contacto con mis dedos es una estrella
con la que escribo en el aire un poema.
Lo respiro y allí se queda.
Nunca lo exhalo en la computadora
ni en un papel.
Al final me di cuenta 
de que mi vida es ese largo poema
y lo vivo así
porque tengo cada vez más magia.
Creo que voy a terminar
volviéndome polvo de hadas
y voy a volar de verdad,
si es que hasta ahora vengo volando de mentira.

Porque ahora en mi dormitorio hay una ventana 
y desde allí todas las noches vuelo.
Es que justo detrás de mi casa
hay un galpón que me recorta el cielo
y tendré por noche dos horas de luna 
o menos,
así que la miro y toco las estrellas
que de alguna manera es escribir un verso,
que respiro y allí se queda.

Un ritual que no cambio por Netflix.
Ese rato de luna es mi momento.

Raquel Nieto
20/02/2020

sábado, 15 de febrero de 2020

Asterisco

Cuando veo un asterisco
pienso en una aclaración necesaria
y en una pequeña flor,
también necesaria.
Cuando dije que amaba
no hablaba de incondicionalidad
aunque en estado endorfínico
tampoco pensé reglas del juego
ni fijé plazos superiores a un minuto
ni fechas de vencimiento 
inferiores a la eternidad.
¿Sabías que me encanta definir todo?
Empezando por la palabra
con universo, polvo de hadas y repelús incluidos,
contrarreloj, contracorriente
y a contrapunto,
con luz, sin luz, y tu versión del espejo...
Todo es todo
y te vuelvo a preguntar cómo es amar
y te vuelvo a escribir el mismo poema
hasta construirme un mundo texto
de letras voladas
y una novela en braille
para que entiendan los dedos.
¡Qué ganas de decir otra vez te amo
y abajo garabatear acotaciones,
imprescindibles y mágicas,
nacidas de la memoria de la piel!

Raquel Nieto
14 febrero 2020