miércoles, 20 de diciembre de 2017

Confluencia en diciembre

El encuentro siempre pasa en una esquina
donde se besan dos calles,
se rozan dos miradas,
y se cruza la piel inolvidable.

Pero el tiempo sabe hacer maletas
y borrar del calendario aquellos bares;
sabe interponer fronteras
el dibujo de líneas infranqueables.

El reencuentro, en cambio, siempre pasa en uno mismo,
en una internación ambulatoria,
en la confesión del baño
donde el rumbo de una lágrima
por fin humedece la memoria.

El reencuentro es darse por vencido 
y adherir el corazón a moratoria
y pagarle a tanta soledad sus cuotas 
y morirse de un amor irreemplazable
y firmar sin pseudónimos la historia.

Raquel Nieto, 20-dic-2017