lunes, 25 de agosto de 2025

Verbos regulares

Llueve, como estúpida cortina del día más soleado del invierno. Tengo arritmia para boicotear la paz de un corbis perfecto. Quiero gritar lo que hubiese amado cantar. Y ahora que lo pienso, cantar es como amar. 

Cuando tenía doce años, el primer día que fui a la escuela secundaria la conocí a ella: Elda Forcatto, una mujer mayor a la que todos le decían 'la vieja de lengua'. Entró al salón, dijo buenos días y directo a la materia sentenció "si quieren aprobar memoricen las conjugaciones de los verbos regulares" y escribió en el pizarrón: "amar, temer y partir".

Yo no escuché nada más. No pensé en la profesora ni en aprobar lengua... Me quedé toda la hora perpleja mirando esas palabras porque me pareció tan injusto, literal y premonitorio, pobres verbos regulares, que su leitmotiv fuera preanunciar esta lluvia que solo pasa en mi ventana.


Raquel Nieto

25/8/2025