Porque un cielo algodonado
aspire las arrugas del invierno
y soplando remolinos
arrastre las hojas de este callejón.
Porque un sol enrojecido a través de la lupa
queme nuevas iniciales
y haga cosquillas a tu corazón.
Porque un hombre triste
sepa quién más es triste,
y en el búnker con sus herramientas
/armas de la paz
/flores del ojal
/cruces de la tierra
dibuje paraísos de papel
no develando
el secreto de su arquitectura
y construya otra vida a puro pulmón.
Raquel Nieto