domingo, 21 de marzo de 2010

Iridiscente

Este año una ilusión con su lanza
punzó el cielorraso de nubes
y llovieron desencantos
sobre el cuerpo de un avaro
aún caliente en su cama
junto al eco de un ladrón
de cofia púrpura y guante blanco.
Este año una verdad con su navaja
rasgó la cortina de los sueños
filtrándose rayos de perdón
sobre el prisma de un mortal
incontenible
insobornable
iridiscente.


Rosario, 31/12/2006.