miércoles, 2 de diciembre de 2009

Paradigma

Cuando el aire entre tu plato y el mío
es el registro -en silencio- del sonido
de las palabras que callamos y las que decimos;
cuando el color de tu copa y la mía
es la gama -en tinieblas- luz índigo
de las miradas que bebemos y las que intuímos;
cuando la suave elegancia de un mantel es el proscenio
donde tu mano y la mía improvisan
la escena de una caricia;
cuando el espacio intangible sucumbe
a la estancia de un paradigma
que invoca, fluye y profetiza
las almas se reconocen
tus ojos se humedecen y en los míos
tormenta de purpurina.