(Redondillas)
Casi todo casi nada
ven los ojos imperfectos,
mira como los insectos
que prueban con la mirada.
No confíes en la gente
que se viste de palabras
y de intenciones macabras;
elige lo transparente.
Y si te inunda la angustia
recuerda el amor no muere,
quien te olvida no te quiere,
dale vuelta a la hoja mustia.
Pero cree en esta cuenta:
por cada minuto amado
en el día habrás soñado
mil cuatrocientos cuarenta.