sábado, 26 de septiembre de 2009

No es

¿Qué extrañás de mí? preguntaste
porque sos temerario.
Eso no se pregunta.
A menos que sepas que no diré sexo.

Extraño comer pacú asado
a la orilla del río.
Rabiar
hasta que me hagas reír.
Contar las monedas
para ver qué nos depara.
Caminar
hasta que me sangren los pies.
O hasta que no haya camino.

Extraño la señal
el beso con lluvia
y que el maldito gris
se vuelva poesía.
La carcajada
la cara de pasmo
y todos los no
porque nunca te aburrís conmigo.

Y la filosofía.
Y tus ojos de ardilla.

Te extraño.

Y no es sexo.
O sí.