No me hagas soltar miguitas en las nubes
que comerán los gorriones hambrientos
ni marcar puntos en mi gps
como antenas arriba del arco
donde trazar la línea geodésica
entre vos y yo.
No retengas tu mano
la que no lleva puñal
y corta en pedazos mi alma
con la navaja de Ockham.
No me hagas llorar que mis ojos destiñen
y no quiero tener ojos blancos,
además tengo lágrimas escasas
y las artificiales son caras
y se me acaban y te pierdo
gota
a
gota.
Raquel Nieto