miércoles, 15 de julio de 2009

Nada es casual

No es casual que el débil aguilucho
se asome al borde del peñasco
y se lance a su primer vuelo
sin miedo a morir estrellado.

Ni es casual que su mamá vuele debajo
y decidida intercepte su caída
abriendo las alas para atraparlo,
enseñarle a volar y salvarle la vida.

No es casual que un faro sea la guía
que lleve a puerto un barco entre la niebla.
Ni es casual que el ancla en su osadía
malogre la intención de la tormenta.

No fue casual que un día perfecto
tu radar en mi nombre detuvieras
sintonizando química y frecuencia
salvando con tu amor mi vida entera...

20-nov-2008